En el mercado existen multitud de tipos de ventanas. Lo cierto es que se diferencian entre ellas por sus dimensiones, tamaño de las hojas o los materiales con los que están fabricadas. Sin embargo una de las principales diferencias entre ellas y que en ocasiones pasamos por alto es su eficiencia energética que, a día de hoy, es una característica que pasa desapercibida.
Esta es la etiqueta a la que nos referimos:
Esta etiqueta se divide en tres partes claramente diferenciadas:
– La primera: se especifica el tipo de ventana, los datos del fabricante y la clasificación de la ventana que incluye una letras o una o más estrellas.
– La segunda parte indica el invierno y el verano y sus diferentes niveles de eficiencia. En esta parte tiene especial atención el tipo de vidrio que se utiliza en cada una de ellas y el comportamiento del mismo dependiendo de la época del año.
– La tercera: es la parte más técnica de la ventana.
Lo cierto es que esta etiqueta es voluntaria y puede que las garantías que ofrezcan no estén igualadas. Sin embargo puedes solicitar tu etiqueta a tu distribuidor sino la tiene.
Aunque lo importante de todo es que para obtener un buen aislamiento de tu hogar, evidentemente, el tipo de ventana y su eficiencia energética tienen mucho que ver, por ello, es mejor hacer una elección correcta y consciente de nuestras ventanas que pensar únicamente en el precio de cada una de ellas.